23 may 2023

12º Festival de Cine Político: debatir en tiempos difíciles


En una muestra que presenta 95 películas de 25 países, con dos competencias oficiales y varias subsecciones, el Ficip llega en un momento especialmente interesante para abrir discusiones sobre las noticias falsas y la manipulación de la opinión pública.


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La bruja de Hitler, de Virna Molina y Ernesto Ardito



“La guerra es la continuación de la política por otros medios.” Esta frase medular del clásico tratado de Karl von Clausewitz bien puede funcionar en gran parte del mundo. Pero si se la invierte es una frase más propia de esta Argentina convulsionada en tiempos preelectorales: por momentos parece que en el país del dulce de leche y el mate la política es la continuación de la guerra por otros medios. Al menos así lo demuestran una oposición dispuesta a dar batalla sistemática contra cualquier medida del oficialismo, el avance de la ultraderecha que goza de simpatía en varios medios audiovisuales (y de los otros) y parte de una sociedad más preocupada en manifestar el odio a referentes del Frente de Todos que a propuestas concretas de otras banderías partidarias. En este contexto toma especial importancia un espacio donde se puedan cotejar realidades diferentes y no tanto a lo largo del mundo y que el cine se empeña en mostrar. Esto lo permitirá el 12º Festival Internacional de Cine Político (Ficip), que comienza este martes, con entrada libre y gratuita.


La apertura es a las 18 en El Cultural San Martín (Paraná y Sarmiento) con un film acorde a la coyuntura de la Argentina y Latinoamérica: La guerra permanente: Fake News y manipulación de opinión pública, documental de Leandro Carvalho. Este cineasta, oriundo de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, también produjo y dirigió el documental Lawfare in the Backyard–La guerra judicial en Latinoamérica. En el caso del documental de la 12º edición del Ficip, el realizador pone el foco en las noticias falsas, así como en la manipulación de la opinión pública, dos flagelos globales actualmente utilizados en el marco de lo que suele llamarse "guerra no convencional". La guerra judicial (lawfare), la guerra psicológica y la guerra económica son quizás las modalidades más visibles de esta estrategia de "guerra sin restricciones". Y voces de diversos países cuentan cómo funciona.

Estructura

El 12° Ficip está compuesto de 95 films de 25 países que participarán de una Competencia Oficial de Largometrajes y Cortometrajes Internacionales, y una Competencia Oficial de Largometrajes y de Proyectos Nacionales. Las mismas otorgarán premios en trofeos, insumos o servicios. La sección fuera de competencia está integrada por largos, medios y cortos que expresan diversas realidades latinoamericanas. La componen subsecciones especiales como “Democracias sin condicionamientos” (a su vez, el tema del festival de este año), “Panorama Latino”, “Foco Internacional” y “Ficip temático”. Habrá también actividades especiales, como debates y entrevistas; talleres y capacitación con foco en proyectos en desarrollo. Se le suma una muestra en formato online en la plataforma CONT.ar.

El evento se realizará en las salas Espacio Incaa Gaumont, El Cultural San Martín, Auditorio de la Biblioteca del Congreso de la Nación, Centro Cultural Kirchner, Palacio El Victorial Auditorio Padre Mugica, y las plataformas virtuales de CONT.ar y CINE.ar.
Objetivos y estadísticas

"Los objetivos son siempre los mismos: cada año con una nueva incertidumbre, pero siempre confiados de que vamos a aportar mucho a la sociedad. Eso esperamos, que aportemos al público que viene a las salas, a los directores y directoras, a los profesionales para difundir el cine”, dice a este diario Clara Isasmendi, codirectora de la muestra y presidenta de la Asociación Ficip. “Y este año apuntamos sobre la democracia sin condicionamientos. Es un período bastante complicado a nivel mundial, y consideramos sumamente importante que cada país se pueda manejar por sus propias leyes, por sus propios recursos, por sus propias ideas y no estar tan condicionados por las economías corporativas", agrega Isasmendi.


La guerra permanente, de Leandro Carvalho.

A lo largo de los trece años consecutivos en los que se realizó el festival, han concurrido aproximadamente 50 mil espectadores. Se proyectaron más de 1200 películas de las cuales el 40 por ciento fueron argentinas, con la participación de más de 60 países. En cada edición se intenta brindarle a la sociedad una herramienta más para actuar en la vida política-ciudadana desde otro lugar y así poder comprender las luchas y logros de tantos pueblos que se expresan a través de las artes audiovisuales. Al mismo tiempo, sus directivos consideran que el Ficip es una pantalla importante para películas de temática política ya sean nacionales como internacionales que le dan un marco de diferente lectura.

En cuanto a las diferencias y similitudes en los conflictos de los distintos países de acuerdo a los films que seleccionaron, Isasmendi señala: "Hay algo que se marca, en general, y se ve: se es más consciente de luchar por la propia dignidad. Me gusta mucho en las películas esto de tomar conciencia de lo que está pasando y de qué manera luchar por los propios derechos. Eso lo vimos bastante y lo hablamos. En un período de tantos conflictos, no quisimos tocar el tema Ucrania-Rusia ya que preferimos ver más qué es lo que les pasa a las sociedades y a las comunidades en los distintos países".
Todo cine es político

En la Competencia Oficial de Largometrajes internacionales podrá verse Berta soy yo, de la hondureña Katia Lara, que enfoca en las horas previas a la muerte de la líder indígena,​ feminista y activista del medio ambiente, la hondureña Berta Cáceres, quien anotó los nombres de los intereses corruptos que se confabularon para matarla. Usando esa clave, el documental arma el rompecabezas para resolver su asesinato. Desde Francia, llegará El municipal, de Thomas Paulot: a la pequeña ciudad de Revin, en las Ardenas y en plena campaña municipal, llega un desconocido que se presenta como candidato. Este intruso, que no es más que un actor, va a arrastrar a toda la ciudad a una ficción política.

También podrá verse La caja negra, de Enrique Álvarez, coproducción brasileño-francesa. La caja negra es un diario secreto escrito por Elsa y leído por su nieta varias décadas después. Y el film es la historia de una joven que encuentra y lee el legado vivencial, emocional y político que su abuela ha dejado escondido como un objeto mágico. Los tiempos de impaciencia, del turco Aydin Orak, tiene una historia que se centra en dos hermanos que viven en un barrio pobre. Los niños hacen un plan y consiguen entrar en una finca de lujo. Los dos están decididos a entrar en la pileta del lugar sin importar qué, pero hay algo que no tomaron en cuenta.

El legendario cineasta boliviano Jorge Sanjinés presentará el documental Los viejos soldados transcurre en medio de la Guerra del Chaco. Guillermo, un joven de la burguesía, salva de morir a Sebastián, un campesino aymara. Guillermo se rebela contra su coronel, es juzgado y condenado a la pena de muerte. Es ayudado a escapar y Sebastián lo acompaña en la huida en medio del Chaco boliviano. Durante el escape se enfrentarán a las más duras condiciones del lugar. En una población se separan y juran encontrarse, pero eso ocurre treinta años después.

Margalida, dirigido por las españolas Constança Amengual y Francesca Mas, es un documental sobre el viaje emocional de Margalida Bover, amante de Salvador Puig Antich, anarquista y antifascista español y uno de los últimos ejecutados por el régimen franquista. La protagonista revive esta historia del pasado ahora que está preparada para enfrentarse a las heridas que siempre le han acompañado. También de España estará No vamos a callar, un film por la libertad, dirigido por Claudia Arribas, Violeta Octavio y Carlos Juan. Este documental cuenta la historia de tres jóvenes raperos que se han convertido en el blanco de la persecución del Estado español a la libertad de expresión en la música.


Berta soy yo, de Katia Lara.

Nuestros hijos, coproducción brasileño-francesa, de la gran actriz y directora portuguesa María de Medeiros, aborda la historia de Vera, una madre abnegada, divorciada después de tres matrimonios, y que vive en una familia numerosa que incluye a sus hijos e hijastros. Intrépida y experimentada, ha empuñado las armas para luchar contra la dictadura y ha vivido en varias partes del mundo. Tania, la hija, está casada desde hace quince años con otra mujer que está embarazada de su primer hijo. Juntas, descubren la belleza de formar parte de una familia contemporánea.

Argentina estará representada internacionalmente por Sebastián Moro, el caminante, de María Laura Cali. En los días del golpe de estado en Bolivia de noviembre de 2019, el periodista argentino Sebastián Moro murió en circunstancias no aclaradas. La propia voz y las palabras de Sebastián reconstruyen su periplo de Mendoza a La Paz y echan luz sobre los posibles motivos de su muerte. Pero Argentina compite por partida doble con Telma, el cine y el soldado, de Brenda Taubin: Telma tiene 77 años y algunos sueños por cumplir. Uno de ellos es reunir a su hija Lili con su primer amor, un soldado de Malvinas con quien intercambió cartas de amor durante la guerra de 1982. Con la ayuda de sus compañeros jubilados del cineclub y contra la voluntad de su yerno, Telma intentará reunir a su hija y al soldado buscando concretar, después de muchos años, el encuentro prometido.
De Argentina al mundo

Sebastián Alfie presentará El káiser de la Atlántida. En 1943, en un campo de concentración nazi, un par de músicos escriben una ópera en cuatro actos. Se trata de una alegoría sobre la locura y la muerte causada por Adolf Hitler que advierte sobre los tiranos que arrastran a los pueblos a la guerra. Los autores fueron asesinados dos semanas después del primer ensayo. Cuatro décadas después, sobre el escenario de un gran coliseo europeo, su mensaje suena más fuerte que nunca.

Para quienes comulgan con el pensamiento nacional y popular está pensada Galasso: Pensar en nacional, de Federico Sosa. El realizador repasa la vida del gran historiador Norberto Galasso, quien va dando cuenta de la importancia del pensamiento de Raúl Scalabrini Ortiz, Arturo Jauretche, John William Cooke y Juan José Hernández Arregui, intelectuales del campo nacional, a los que estudió en profundidad. El documental muestra la coherencia y la conducta de Galasso y denuncia las falacias de la cultura colonial.


Galasso, pensar en nacional, de Federico Sosa.

A poco de estrenarse comercialmente, participa en el Ficip La bruja de Hitler, de la dupla Virna Molina y Ernesto Ardito. Todo parte de 1961 en la Patagonia argentina. Allí llega una familia de prófugos nazis a la casa de los Krauss en busca de refugio, para poder transitar una vida normal con total impunidad. El film reflexiona a partir del siguiente interrogante: ¿Cómo es la normalidad del silencio, la obediencia y la violencia para los hijos adolescentes de estas dos familias que son testigos y víctimas de abusos y crímenes impunes?

La noche adentro, de Carina Piazza y Alejandro Alonso, se sitúa en Mendoza, 1978. María y su padre viven en una zona alejada e inhóspita. La monotonía de sus vidas se ve alterada cuando un día llega una militante herida. Con el correr de los días, el cerco militar se va cerrando sobre ellos, no hay posibilidad de huir y la casa se vuelve una trampa mortal. Laberintos personales, de Alejandra Perdomo, aborda la historia de un grupo de hijas e hijos sustraídos de sus familias de origen y madres, a quienes les arrebataron sus bebés, víctimas del tráfico de personas. Se unieron para exigir ante la Justicia Federal que sus derechos vulnerados sean restituidos y así poder llegar a la verdad. En la Argentina, 3 millones de personas desconocen su identidad de origen. La directora es una de ellas y su búsqueda personal cumplió dos décadas.