16 jul 2025

Presentación

Presentación del libro de Abel Posadas

"El cine argentino se fue sin decir adiós"

"Los textos de Posadas me deslumbraron. Su abordaje crítico era personalísimo, original y estimulante", escribe Fernando Martín Peña en el prólogo del libro, una recopilación de los mejores artículos del autor dedicados al cine argentino.


Hugo del Carril en "Las aguas bajan turbias" (1952). . Imagen: Archivo


Este martes a las 19 horas, en el Auditorio Viñas del Museo del Libro y de la Lengua (Av. Gral. Las Heras 2555, CABA), la editorial y sitio web Taipei presentará el libro El cine argentino se fue sin decir adiós, del historiador y crítico de cine Abel Posadas. Estará presente el autor acompañado por los especialistas Alejandra Portela y Raúl Horacio Campodónico.


El cine argentino se fue sin decir adiós recopila parte de la cuantiosa obra de Posadas, con textos que analizan desde los años del cine silente hasta el llamado Nuevo Cine Argentino de fines de los 90. Si bien Posadas publicó y participó de numerosos libros en los últimos cincuenta años, esta es la primera recopilación de sus textos publicados en revistas entre los 70 y los 90; su participación en publicaciones dedicadas al cine como Cine en la cultura argentina y latinoamericana o Film y en revistas políticas como Envido, Aluvión o Unidos constituye uno de los mayores aportes a la reconstrucción de la historia del cine argentino.

En el prólogo del libro, el escritor, docente e investigador Fernando Martín Peña narra su primer encuentro con el que luego reconocería como uno de los grandes críticos de cine argentino: "Los textos de Abel Posadas me deslumbraron. Su abordaje crítico era personalísimo, original y estimulante. Para usar una frase de Homero Alsina Thevenet, era evidente que Abel Posadas pensaba solo, no estaba en ninguna troika, no le importaba quedar bien con nadie. Ese gesto insolente era —y sigue siendo— rarísimo en el panorama local de la escritura sobre cine, que suele ser casi municipal en sus consensos y camarillas. Pero había algo aún más interesante: en ese momento era raro encontrar un autor que se entusiasmara con el cine argentino con la misma intensidad que con el extranjero".